EL ASILO II - Entre el asilo y el club de alterne.
Pue resulta que yo ya llevaba tres años metio aqui, y la verdad estaba ya hasta los mismisimos de tanto abuelo cojo y tanta monja cojonera, asi que me las apañe para que me hecharan, un dia estaba ya tan harto del puñetero revuelto de lentejas, alubias y garbanzos con caldo que le tiré el plato a la pared, imaginaros primero el plato se quedó un rato enganchao y luego cayo pero quedo como un cuadro de lo pegajoso que estaba todo ello, hasta quedaba bien y to, total reprimenda por parte de la monja de la libreta y el lápiz que resulta que es la jefa, ya me amenazo con el despido.
Otra vez las hermanas acomodadoras me pillaron tocandome las partes, vaya haciendome una "pajilla" y ya la liamos me llamaron guarro, cerdo, yo les dije si gustaban y aún se pusieron más peor, se encendieron las luces de la suite, todo el mundo chillando, dejarme dormir total por una triste paja vamos a armar es cachondeo, al final se calmo todo, a la mañana siguiente me volvio a llamar la jefa com el despido en la mano.
Me dijo mire Pedro es ud. un buena gente pero aqui no esta bien ni a gusto, ya he llamado a su sra. y a las doce lo espera en la puerta principal.
Total que cogi el finiquito, bueno el papel que me dio la hermana jefa, y me fui a recoger mis quatro cosa, las meti en la maleta y a las 12 sali por la puerta no sin antes despertar a la madre portera dormida como siempre, se despertó de una mala ostia, pero como me iba tanto me dio.
En la calle no habia nadie esperandome, mi mujer no habia venido una sola vez a verme en tres años y vendria ahora a recogerme, ni harto de vino me lo iba yo a creer. Bueno pensé tengo unos ahorrillos en el banco, me buscaré una pensión y a vivir como se pueda y me eche a andar.
A eso que vi una casita muy curiosilla pintada de color rosa y muy bien cuidada y como no soy muy de leer pense que podrian indicarme.
Llamé a la puerta y me abrio una srta. con poca ropa, empezamos bien pense yo, buenas niña mira que me han hechado del asilo y ando buscando una pension baratita por aqui cerca, la niña que estaba como para mojar pan, me dijo pase ud. y sientese que vamos a ver que podemos hacer por ud.
Me sentó en un sofá que comodo era, poca luz tenian, y calor para ir medio desnuda la niña tampoco hacia pero ella sabria, al rato aparecieron tres o quatro más todas ellas iguales que la primera niña, poca ropa y pa mojar pan, yo ya me estaba mareando y les pedi un vasito de agua, me dijeron si queria un güisqui o algo fuerte y les dije que no que con agua me apañaba bien.
Me bebí el vaso de agua de un golpe y una vez repuesto del susto, les pedí si sabian ya algo de mi pensión, la primera niña me dijo, mire ud. esto de aqui es un club de alterne, donde vienen caballeros a tomar copas, charlar y se van, nosotras quatro vivimos solas aqui y vemos que ud. aún está en un estado fuertote, si se quiere quedar a vivir con nosotras le daremos un pequeño sueldecillos y nos hará de guardian, si a ud. les parece bien claro.
Imaginaros de estar viviendo con viejos cojos y monjas cojoneras a vivir con quatro niñas de pelicula, esto no tiene color por lo qual como ya estaba alli acepte temporalmente para ver como iban succediendo los acontecimientos.
Total que me encontré viviendo en el Club la Rosa, con la Mari, la Pepa, la Rosi y la Jesi y yo de maromo en el medio, se lo cuento a los de mi pueblo y no se lo creen.
Pués bueno alli los horarios eran un poco diferentes, en principio la madre portera era yo y abria y cerraba cuando queria siempre que las niñas me lo dijeran claro, soliamos abrir a los clientes a eso de la 6 de tarde hasta las 2 de la madruga, luego a dormir cada uno a su cama, por la mañana a eso de la 10 nos levantavamos desaynabamos café con leche del bueno y pan tierno y limpiabamos el bar, comianos y luego saliamos de compras o paseo hasta la 6 de la tarda, sus imaginais a mi el Pedro con quatro gachis de pelicula por la calle ??
Un dia nos encontramos a las acomodadoras que venian de algun sitio raro y se volvieron rojas como tomates, y les dije toma quereis una pajilla !!
Las niñas se portaban muy bien conmigo, a parte del sueldecillo, no gran cosa, me daban de comer, podia fumar y beber gratis, cosa a lo que no estoy viciado y ropa limpia y casi nueva que tenian guardada de alguien anterior y si no me la compraban los martes en el mercadillo.
Asi estuve yo viviendo otros cinco años más hasta que ya no pude con el alma, las niñas me tuvieron que llevar al hospital y alli quedé ingresado otra vez con monjas pero está vez no podrian ya echarme.
Fdo. Pedro Alcantero Olivares en Hospital Provincial de Cogollera de las Persinas, Noviembre de 1978.
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